VALDEFUENTES
p. 4. Hoy he visitado la finca que cerca del kilómetro 21 de la Carretera de Extremadura adquirió el caudillo y que lleva en colaboración con Sanchiz. Es una finca espléndida, donde se cultivan infinidad de productos; tiene además ganado de varias especies. No sé su extensión, pero me pareció enorme. No le costó mucho, pero hoy su valor es grande, ya que tuvo la suerte de encontrar agua. Los medios de que él puede disponer para explotar esa finca son muchísimos, y por ello la producción está a gran altura en poco tiempo. Dentro de unos años esta finca tendrá un valor incalculable. No cabe duda de que ha tenido vista y sus nietos están de enhorabuena, pues tendrán una holgada posición.”
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p. 108- 109. “8 de marzo de 1955. …También se habló
de la finca de Valdefuentes y S.E. dijo:
“Esta finca se compró por intermedio de Sanchiz,
que la conocía muy bien por ser amigo de los antiguos dueños, a quienes dijo
que la compraba para su sobrino, el marqués de Villaverde.”
Su excelencia se dedicó personalmente a poner la
finca en producción, para lo cual lo primero que hizo fue hacer sondeos para
buscar agua, y tuvo la suerte de encontrarla en varios sitios. Plantó en
cantidad considerable trigo, ajos, patatas, etc., obteniendo varias cosechas.
Animales también tiene en plan de granja. El objeto de comprar la finca en
principio fue para llevar allí la cantidad grande de ovejas que tienen en El
Pardo; pero luego no ha podido realizarlo por no tener pastos suficientes. Está
encantado con la finca, a la que saca pingües beneficios, y le entretiene y
sirve para que tome el aire y el sol por las tardes cuando suele ir.
p. 168. 19 de agosto de 1955 (viernes)
Hoy nos ha enseñado el Generalísimo el dibujo de la
nueva iglesia que va a construir o está construyendo en su finca de
Valdefuentes, que por lo visto corresponde a la ‘Explotación de Valdefuentes,
S.A.’. Yo no sabía que existía tal cosa y creía era una propiedad de Franco. A
mí no me agrada que S.E. esté al frente de una S.A. por razón de su cargo. Creo
que hubiese sido mejor que comprase él todas las acciones y la finca la
inscribiese a su nombre, pues sería lo más serio, y mucho más cuando todo el
mundo sabe que la finca es de S.E. y que por allí está Sanchiz como colaborador
o encargado.”
p. 247. 17 de enero de 1957 (jueves)
[Habla Franco] “Me quedé asustado al saber que un
perito agrónomo cobra aproximadamente unas ocho mil pesetas mensuales. Yo tenía
uno a cargo de mi finca y le pagaba tres mil y casa. Le dijo a Sanchiz que
quería volver al Ministerio y simultanear los dos cargos, trabajando las
mañanas en el Ministerio y las tardes en mi finca. Me negué a ello.”
Valdefuentes, el gran `pelotazo´
En Arroyomolinos (Madrid) está la finca de
Valdefuentes, con casi diez millones de metros cuadrados, donde Franco se
dedicó a la explotación ganadera y agrícola. No todo era la caza y la pesca.
También era el primer ganadero de España. Entusiasmado, el general ordenó alzar
establos, construidos por José Banús, en los que albergó a más de doscientas
vacas y miles de gallinas. Franco estaba “encantado con la finca, a la que saca
pingües beneficios”, según relató su primo y secretario, Francisco Franco
Salgado-Araujo.
Explotación de Valdefuentes, S.A, fue comprada por
José María Sanchiz Sancho; contó desde el principio con una junta de
accionistas por él presidida, como titular de 180 acciones. A sus órdenes, y
como consejero secretario, figuraba Luis Gómez Sanz, poseedor de 20 acciones y
letrado habitual de la familia. La nueva empresa, la primera como tal de
Francisco Franco Bahamonde, se constituyó con un capital social de tres
millones de pesetas. Franco Salgado-Araujo anotó en su diario del 19 de agosto
de 1955: “A mí no me agrada que S.E. esté al frente de una S.A. por razón de su
cargo. Creo que hubiese sido mejor que comprase él todas las acciones y la
finca la inscribiese a su nombre, pues sería lo serio, y mucho más cuando todo
el mundo sabe que la finca es de S.E. y que por allí está Sanchiz como
colaborador o encargado”.
La junta familiar del 30 de marzo de 1981 eligió a Cristóbal
Martínez-Bordiú como consejero-delegado plenipotenciario. Valdefuentes, S.A.,
se había acogido por primera vez al Régimen de Transparencia Fiscal (ley 44,
del 8 de septiembre de 1978) y desde aquel momento las acciones de la empresa
serían extendidas con los requisitos legales. Los 600 títulos de Valdefuentes
pertenecían por completo a Carmen Franco y a su marido, Cristóbal, casados en
régimen de bienes gananciales. Cuatro años después, el marqués de Villaverde
segregó algunas parcelas de la finca a cambio de que no le expropiaran un
camino. La sede de la empresa fue trasladada desde el domicilio familiar de
Hermanos Bécquer, 8, donde estaban domiciliadas todas las empresas familiares
(Credisol, Montecopel, Comercial Flores, Ursaria...), hasta la finca de
Valdefuentes, y el marqués se lanzó a las primeras operaciones de venta. En
1988, una oferta del Ayuntamiento de Arroyomolinos planteó permutar gran parte
del terreno de la finca por otros situados cerca del casco urbano que, al estar
calificados como zona industrial, eran edificables. Así los Franco podrían
explotar los terrenos y facilitar el desarrollo de la zona. El empresario
interesado en el negocio era Jesús Gil y Gil, presidente del Atlético de
Madrid.
Aunque este proyecto no culminó, el plan de
urbanización seguiría un lento camino. La superficie de Valdefuentes, al ser su
calificación rural, posee un valor que ronda los seis millones de euros. Como
zona edificable, valdría más de sesenta millones. Los Franco tuvieron
paciencia, porque siempre han sabido que la expansión de Arroyomolinos y
Móstoles pasa por terrenos de Valdefuentes. Todo ha sido cuestión de tiempo. En
octubre de 2003, después de varios intentos desde 1996, los herederos de Franco
consiguieron que esta finca se convierta en su gran proyecto inmobiliario, para
el cual convirtieron la empresa de la finca en Promociones del Suroeste, S.A.
De sus diez millones de metros cuadrados, 3,3 millones fueron recalificados por
el Ayuntamiento de Arroyomolinos para construir en ellos más de cinco mil
viviendas, un centro comercial y un polígono industrial, junto al centro
deportivo-comercial Xanadú, de Móstoles.
ANTONIO RUBIO. UN GRAN 'PELOTAZO'.
El Mundo, 20 de
octubre de 2003.
Un gran pelotazo. Herrero de Miñón ganó 3 millones
al lograr recalificar la finca de Franco. Hizo gestiones 'políticas' ante la
Comunidad de Madrid para que se pudiera edificar en los terrenos de
Valdefuentes, heredados por la hija y los nietos del dictador - La familia
Franco les vendió a él y a Gabriel Camuñas una parte por 450.000 euros en 1998
- En julio de este año la enajenaron a una empresa tras ser tasada por La Caixa
en 6,61 millones, 14 veces más que el precio de compra
Hizo gestiones 'políticas' ante la Comunidad de
Madrid para que se pudiera edificar en los terrenos de Valdefuentes, heredados
por la hija y los nietos del dictador - La familia Franco les vendió a él y a
Gabriel Camuñas una parte por 450.000 euros en 1998 - En julio de este año la
enajenaron a una empresa tras ser tasada por La Caixa en 6,61 millones, 14
veces más que el precio de compra.
Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, ex dirigente
popular y uno de los padres de la Constitución, se sirvió de sus amistades
dentro de la Comunidad de Madrid para conseguir la recalificación de la finca
Valdefuentes, propiedad de los herederos del dictador Francisco Franco. Gabriel
Camuñas, ex vicepresidente de Alianza Popular y fundador de la Plataforma de
Independientes de España (PIE), fue el que hizo de puente entre los Franco y
Herrero de Miñón. En medio de ese intento de recalificación, los dos ex
dirigentes políticos compraron unos terrenos a la familia por un precio muy
ventajoso. Después, en julio de este año, se han desprendido de ellos y han
sacado unos beneficios de 6,6 millones de euros (más de 1.000 millones de las
antiguas pesetas).
MADRID.- Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, uno de
los padres de la Constitución, influyó ante la Comunidad de Madrid para
conseguir la recalificación de la finca Valdefuentes, propiedad de la familia
Franco, y de un paraje anejo que él y el ex vicepresidente de Alianza Popular
(AP) Gabriel Camuñas habían comprado a la hija del dictador en febrero de 1998
a un precio muy ventajoso.
Los beneficios conseguidos por Camuñas y Herrero de
Miñón por sus gestiones ante la Comunidad de Madrid y la posterior venta de sus
terrenos asciende a 6,61 millones de euros.
El intento de recalificación de esa finca, que está
situada entre los pueblos madrileños de Arroyomolinos y Móstoles y tiene una
extensión de 7,9 millones de metros cuadrados, se remonta a 1996. Pero dicho
intento no se materializó, parcialmente, hasta julio de 2000, cuando el
Ayuntamiento de Arroyomolinos, cuyo alcalde era el popular Juan Velarde, dio su
visto bueno. La recalificación final llegó en octubre de 2001, cuando Alberto
Ruiz-Gallardón era el presidente de la Comunidad de Madrid.
Antes, la familia Franco, con los hermanos
Francisco Franco Martínez-Bordiú y Jaime Felipe Martínez-Bordiú Franco a la cabeza,
había intentado en varias ocasiones conseguir el beneplácito del Gobierno de la
Comunidad de Madrid para su recalificación, pero nunca lo habían logrado.
Todas sus gestiones, incluso las visitas al
consejero de Obras Públicas y Urbanismo, Luis Eduardo Cortés, resultaron
infructuosas. Por eso echaron mano de Juan Rivera, hermano de Jaime Rivera,
quien durante muchos años fue novio de Carmen Martínez Bordiú.
Después, Juan Rivera y los Franco se acercaron
hasta Gabriel Camuñas, ex vicepresidente de Alianza Popular y fundador de la
Plataforma de los Independientes de España (PIE), a Miguel Herrero de Miñón,
uno de los padres de la Constitución y ex miembro del Partido Popular, con el
propósito de que los dos ex políticos utilizaran sus contactos para conseguir
la recalificación definitiva de la finca Valdefuentes.
EL MUNDO tiene en su poder un documento que
demuestra estas relaciones empresariales y los pasos políticos realizados para
que Herrero de Miñón consiguiera el visto bueno de la Comunidad a la
recalificación de la finca de los Franco.
El documento está fechado en septiembre de 1996,
procede del despacho de abogados de Jesús A. Madalena y está dirigido a Gabriel
Camuñas. En dicho informe se explican, pormenorizadamente, los pasos que cada
miembro del equipo conseguidor debe seguir y la labor concreta que tiene que
desempeñar Herrero de Miñón ante los consejeros de la Comunidad para lograr la
recalificación.
En ese mismo documento se informa a Gabriel Camuñas
de que se adjunta «la nota que ayer tarde envió Don Jesús Madalena por fax a
Don Miguel Herrero». Y en dicha nota, en su punto segundo, se indica: «En la
última revisión del Plan General de Arroyomolinos, el Gobierno municipal
socialista impuso -obviamente, por razones políticas- una serie de limitaciones
urbanísticas como la de protección paisajística, cuando no hay ningún paisaje
en particular que preservar, y protección de la cuenca del Guadarrama, distante
varios kilómetros, no imponiendo en cambio tal protección a fincas más próximas
a dicha cuenca».
Más adelante, y dentro del apartado cuarto de esa
misiva, el abogado Jesús Madalena centra la cuestión principal del operativo
ideado para conseguir la recalificación: «El plan propuesto pasa obviamente por
la necesidad de un consenso entre los tres grandes propietarios, Comunidad y
Ayuntamiento; y si ese consenso no se diere, entraríamos en una dinámica de
impugnaciones y recursos que dilatarían sine die la aplicación de cualquier
plan que eventualmente pudiera atentar contra los principios de equidad antes
apuntados».
Por último, el letrado Madalena da instrucciones a
Gabirel Camuñas y a Miguel Herrero de Miñón de los términos que se tienen que
utilizar para convencer al conseguidor definitivo: «Creo, Miguel, que el tono
de la nota debe ser más político que técnico; más de concepto que de cifras o
datos. Deben bastar los esenciales.Y creo también que éste es el planteamiento
al que será sensible tu amigo. Luego ya vendrán otras reuniones, a ése u otro
nivel inferior, donde tendremos oportunidad de mayores concreciones».
El informe cursado entre Jesús Madalena, Gabirel
Camuñas y Miguel Herrero de Miñón se cierra con un apartado donde se indica:
«Objetivo final: que tu amigo se interese en el desarrollo y progresión del
asunto y te tenga informado para posibilitar nuestra presencia, defensa y
negociación de los planteamientos antes expuestos».
De ese informe y de esas misivas se deduce que hay
alguien, amigo de Miguel Herrero de Miñón, que tiene la capacidad suficiente
dentro de la Comunidad de Madrid como para conseguir la recalificación de la
finca Valdefuentes.
EL MUNDO ha podido confirmar en fuentes muy
cercanas al ex consejero de Obras Públicas y Urbanismo de la Comunidad de
Madrid que Juan Rivera, Gabriel Camuñas y Miguel Herrero de Miñón estuvieron en
1998 en el despacho de Luis Eduardo Cortés intentando conseguir el beneplácito
de esta Consejería a sus intereses.
En esa misma fecha, en febrero de 1998, Juan
Rivera, Gabriel Camuñas y Miguel Herrero de Miñón adquirieron a Carmen Franco una
parcela de 30 hectáreas que pertenecía a la finca Valdefuentes.El pago inicial
fue de un millón de pesetas y el resto, hasta 75 millones, pagaderos tres años
más tarde, en febrero de 2001.
Se da la circunstancia de que en esa fecha, febrero
de 2001, el nuevo Ayuntamiento de Arroyomolinos era del Partido Popular y ya se
había aprobado la recalificación parcial de 3,3 millones de metros cuadrados de
la finca Valdefuentes. En esa nueva recalificación ya estaban incluidos los
terrenos de Camuñas y Herrero de Miñón.
Este periódico ha podido confirmar que Camuñas y
Herrero de Miñón vendieron sus propiedades en julio de este año, y que han sido
tasadas por La Caixa en más de 1.000 millones de las antiguas pesetas para
conseguir dos hipotecas.
Es decir, los dos ex dirigentes populares compraron
el 42,20% de esas 30 hectáreas del Paraje Zarzalejo, como se denomina esa parte
del terreno de la finca Valdefuentes, por un desembolso inicial de 422.000
pesetas (en febrero de 1998) y un segundo de 31.650.000 pesetas (febrero de
2001, cuando ya estaba recalificada la finca).
Después, Herrero de Miñón vendió el 50% de su
parte, un 21,10% del terreno, a Gabriel Camuñas. El ex vicepresidente de
Alianza Popular pagó a su amigo y socio 211.000 pesetas en febrero de 1998 y el
resto, 15.825.000 pesetas, en febrero de 2001.
Dos años más tarde, en julio de 2003, los dos ex
altos cargos del grupo popular han obtenido unos cuantiosos beneficios por sus
gestiones, conocimientos y venta de los terrenos adquiridos a la familia Franco
en 1998.
Es decir, las gestiones iniciadas por Gabriel
Camuñas y Miguel Herrero Herrero de Miñón en 1996 han reportado unos beneficios
a los ex dirigentes políticos de 6,61 millones de euros. Gabriel Camuñas ha
conseguido 3,48 millones de euros (580.200.000 pesetas) y Herrero de Miñón una
cifra muy similar, 3,13 millones de euros (522.097.139 pesetas).
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