sábado, 1 de octubre de 2016

VALDEFUENTES: LA FINCA DE FRANCO

VALDEFUENTES

 F. Franco Salgado- Araujo, Mis conversaciones privadas con Franco, Barcelona, Planeta, 2005.

p. 4. Hoy he visitado la finca que cerca del kilómetro 21 de la Carretera de Extremadura adquirió el caudillo y que lleva en colaboración con Sanchiz. Es una finca espléndida, donde se cultivan infinidad de productos; tiene además ganado de varias especies. No sé su extensión, pero me pareció enorme. No le costó mucho, pero hoy su valor es grande, ya que tuvo la suerte de encontrar agua. Los medios de que él puede disponer para explotar esa finca son muchísimos, y por ello la producción está a gran altura en poco tiempo. Dentro de unos años esta finca tendrá un valor incalculable. No cabe duda de que ha tenido vista y sus nietos están de enhorabuena, pues tendrán una holgada posición.”

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p. 108- 109. “8 de marzo de 1955. …También se habló de la finca de Valdefuentes y S.E. dijo:
“Esta finca se compró por intermedio de Sanchiz, que la conocía muy bien por ser amigo de los antiguos dueños, a quienes dijo que la compraba para su sobrino, el marqués de Villaverde.”
Su excelencia se dedicó personalmente a poner la finca en producción, para lo cual lo primero que hizo fue hacer sondeos para buscar agua, y tuvo la suerte de encontrarla en varios sitios. Plantó en cantidad considerable trigo, ajos, patatas, etc., obteniendo varias cosechas. Animales también tiene en plan de granja. El objeto de comprar la finca en principio fue para llevar allí la cantidad grande de ovejas que tienen en El Pardo; pero luego no ha podido realizarlo por no tener pastos suficientes. Está encantado con la finca, a la que saca pingües beneficios, y le entretiene y sirve para que tome el aire y el sol por las tardes cuando suele ir.

p. 168. 19 de agosto de 1955 (viernes)
Hoy nos ha enseñado el Generalísimo el dibujo de la nueva iglesia que va a construir o está construyendo en su finca de Valdefuentes, que por lo visto corresponde a la ‘Explotación de Valdefuentes, S.A.’. Yo no sabía que existía tal cosa y creía era una propiedad de Franco. A mí no me agrada que S.E. esté al frente de una S.A. por razón de su cargo. Creo que hubiese sido mejor que comprase él todas las acciones y la finca la inscribiese a su nombre, pues sería lo más serio, y mucho más cuando todo el mundo sabe que la finca es de S.E. y que por allí está Sanchiz como colaborador o encargado.”

p. 247. 17 de enero de 1957 (jueves)
[Habla Franco] “Me quedé asustado al saber que un perito agrónomo cobra aproximadamente unas ocho mil pesetas mensuales. Yo tenía uno a cargo de mi finca y le pagaba tres mil y casa. Le dijo a Sanchiz que quería volver al Ministerio y simultanear los dos cargos, trabajando las mañanas en el Ministerio y las tardes en mi finca. Me negué a ello.”


Valdefuentes, el gran `pelotazo´


En Arroyomolinos (Madrid) está la finca de Valdefuentes, con casi diez millones de metros cuadrados, donde Franco se dedicó a la explotación ganadera y agrícola. No todo era la caza y la pesca. También era el primer ganadero de España. Entusiasmado, el general ordenó alzar establos, construidos por José Banús, en los que albergó a más de doscientas vacas y miles de gallinas. Franco estaba “encantado con la finca, a la que saca pingües beneficios”, según relató su primo y secretario, Francisco Franco Salgado-Araujo.

Explotación de Valdefuentes, S.A, fue comprada por José María Sanchiz Sancho; contó desde el principio con una junta de accionistas por él presidida, como titular de 180 acciones. A sus órdenes, y como consejero secretario, figuraba Luis Gómez Sanz, poseedor de 20 acciones y letrado habitual de la familia. La nueva empresa, la primera como tal de Francisco Franco Bahamonde, se constituyó con un capital social de tres millones de pesetas. Franco Salgado-Araujo anotó en su diario del 19 de agosto de 1955: “A mí no me agrada que S.E. esté al frente de una S.A. por razón de su cargo. Creo que hubiese sido mejor que comprase él todas las acciones y la finca la inscribiese a su nombre, pues sería lo serio, y mucho más cuando todo el mundo sabe que la finca es de S.E. y que por allí está Sanchiz como colaborador o encargado”.
La junta familiar del 30 de marzo de 1981 eligió a Cristóbal Martínez-Bordiú como consejero-delegado plenipotenciario. Valdefuentes, S.A., se había acogido por primera vez al Régimen de Transparencia Fiscal (ley 44, del 8 de septiembre de 1978) y desde aquel momento las acciones de la empresa serían extendidas con los requisitos legales. Los 600 títulos de Valdefuentes pertenecían por completo a Carmen Franco y a su marido, Cristóbal, casados en régimen de bienes gananciales. Cuatro años después, el marqués de Villaverde segregó algunas parcelas de la finca a cambio de que no le expropiaran un camino. La sede de la empresa fue trasladada desde el domicilio familiar de Hermanos Bécquer, 8, donde estaban domiciliadas todas las empresas familiares (Credisol, Montecopel, Comercial Flores, Ursaria...), hasta la finca de Valdefuentes, y el marqués se lanzó a las primeras operaciones de venta. En 1988, una oferta del Ayuntamiento de Arroyomolinos planteó permutar gran parte del terreno de la finca por otros situados cerca del casco urbano que, al estar calificados como zona industrial, eran edificables. Así los Franco podrían explotar los terrenos y facilitar el desarrollo de la zona. El empresario interesado en el negocio era Jesús Gil y Gil, presidente del Atlético de Madrid.
Aunque este proyecto no culminó, el plan de urbanización seguiría un lento camino. La superficie de Valdefuentes, al ser su calificación rural, posee un valor que ronda los seis millones de euros. Como zona edificable, valdría más de sesenta millones. Los Franco tuvieron paciencia, porque siempre han sabido que la expansión de Arroyomolinos y Móstoles pasa por terrenos de Valdefuentes. Todo ha sido cuestión de tiempo. En octubre de 2003, después de varios intentos desde 1996, los herederos de Franco consiguieron que esta finca se convierta en su gran proyecto inmobiliario, para el cual convirtieron la empresa de la finca en Promociones del Suroeste, S.A. De sus diez millones de metros cuadrados, 3,3 millones fueron recalificados por el Ayuntamiento de Arroyomolinos para construir en ellos más de cinco mil viviendas, un centro comercial y un polígono industrial, junto al centro deportivo-comercial Xanadú, de Móstoles.


ANTONIO RUBIO. UN GRAN 'PELOTAZO'. 
El Mundo, 20 de octubre de 2003.


Un gran pelotazo. Herrero de Miñón ganó 3 millones al lograr recalificar la finca de Franco. Hizo gestiones 'políticas' ante la Comunidad de Madrid para que se pudiera edificar en los terrenos de Valdefuentes, heredados por la hija y los nietos del dictador - La familia Franco les vendió a él y a Gabriel Camuñas una parte por 450.000 euros en 1998 - En julio de este año la enajenaron a una empresa tras ser tasada por La Caixa en 6,61 millones, 14 veces más que el precio de compra

Hizo gestiones 'políticas' ante la Comunidad de Madrid para que se pudiera edificar en los terrenos de Valdefuentes, heredados por la hija y los nietos del dictador - La familia Franco les vendió a él y a Gabriel Camuñas una parte por 450.000 euros en 1998 - En julio de este año la enajenaron a una empresa tras ser tasada por La Caixa en 6,61 millones, 14 veces más que el precio de compra.

Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, ex dirigente popular y uno de los padres de la Constitución, se sirvió de sus amistades dentro de la Comunidad de Madrid para conseguir la recalificación de la finca Valdefuentes, propiedad de los herederos del dictador Francisco Franco. Gabriel Camuñas, ex vicepresidente de Alianza Popular y fundador de la Plataforma de Independientes de España (PIE), fue el que hizo de puente entre los Franco y Herrero de Miñón. En medio de ese intento de recalificación, los dos ex dirigentes políticos compraron unos terrenos a la familia por un precio muy ventajoso. Después, en julio de este año, se han desprendido de ellos y han sacado unos beneficios de 6,6 millones de euros (más de 1.000 millones de las antiguas pesetas).

MADRID.- Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución, influyó ante la Comunidad de Madrid para conseguir la recalificación de la finca Valdefuentes, propiedad de la familia Franco, y de un paraje anejo que él y el ex vicepresidente de Alianza Popular (AP) Gabriel Camuñas habían comprado a la hija del dictador en febrero de 1998 a un precio muy ventajoso.
Los beneficios conseguidos por Camuñas y Herrero de Miñón por sus gestiones ante la Comunidad de Madrid y la posterior venta de sus terrenos asciende a 6,61 millones de euros.
El intento de recalificación de esa finca, que está situada entre los pueblos madrileños de Arroyomolinos y Móstoles y tiene una extensión de 7,9 millones de metros cuadrados, se remonta a 1996. Pero dicho intento no se materializó, parcialmente, hasta julio de 2000, cuando el Ayuntamiento de Arroyomolinos, cuyo alcalde era el popular Juan Velarde, dio su visto bueno. La recalificación final llegó en octubre de 2001, cuando Alberto Ruiz-Gallardón era el presidente de la Comunidad de Madrid.
Antes, la familia Franco, con los hermanos Francisco Franco Martínez-Bordiú y Jaime Felipe Martínez-Bordiú Franco a la cabeza, había intentado en varias ocasiones conseguir el beneplácito del Gobierno de la Comunidad de Madrid para su recalificación, pero nunca lo habían logrado.
Todas sus gestiones, incluso las visitas al consejero de Obras Públicas y Urbanismo, Luis Eduardo Cortés, resultaron infructuosas. Por eso echaron mano de Juan Rivera, hermano de Jaime Rivera, quien durante muchos años fue novio de Carmen Martínez Bordiú.
Después, Juan Rivera y los Franco se acercaron hasta Gabriel Camuñas, ex vicepresidente de Alianza Popular y fundador de la Plataforma de los Independientes de España (PIE), a Miguel Herrero de Miñón, uno de los padres de la Constitución y ex miembro del Partido Popular, con el propósito de que los dos ex políticos utilizaran sus contactos para conseguir la recalificación definitiva de la finca Valdefuentes.
EL MUNDO tiene en su poder un documento que demuestra estas relaciones empresariales y los pasos políticos realizados para que Herrero de Miñón consiguiera el visto bueno de la Comunidad a la recalificación de la finca de los Franco.
El documento está fechado en septiembre de 1996, procede del despacho de abogados de Jesús A. Madalena y está dirigido a Gabriel Camuñas. En dicho informe se explican, pormenorizadamente, los pasos que cada miembro del equipo conseguidor debe seguir y la labor concreta que tiene que desempeñar Herrero de Miñón ante los consejeros de la Comunidad para lograr la recalificación.
En ese mismo documento se informa a Gabriel Camuñas de que se adjunta «la nota que ayer tarde envió Don Jesús Madalena por fax a Don Miguel Herrero». Y en dicha nota, en su punto segundo, se indica: «En la última revisión del Plan General de Arroyomolinos, el Gobierno municipal socialista impuso -obviamente, por razones políticas- una serie de limitaciones urbanísticas como la de protección paisajística, cuando no hay ningún paisaje en particular que preservar, y protección de la cuenca del Guadarrama, distante varios kilómetros, no imponiendo en cambio tal protección a fincas más próximas a dicha cuenca».
Más adelante, y dentro del apartado cuarto de esa misiva, el abogado Jesús Madalena centra la cuestión principal del operativo ideado para conseguir la recalificación: «El plan propuesto pasa obviamente por la necesidad de un consenso entre los tres grandes propietarios, Comunidad y Ayuntamiento; y si ese consenso no se diere, entraríamos en una dinámica de impugnaciones y recursos que dilatarían sine die la aplicación de cualquier plan que eventualmente pudiera atentar contra los principios de equidad antes apuntados».
Por último, el letrado Madalena da instrucciones a Gabirel Camuñas y a Miguel Herrero de Miñón de los términos que se tienen que utilizar para convencer al conseguidor definitivo: «Creo, Miguel, que el tono de la nota debe ser más político que técnico; más de concepto que de cifras o datos. Deben bastar los esenciales.Y creo también que éste es el planteamiento al que será sensible tu amigo. Luego ya vendrán otras reuniones, a ése u otro nivel inferior, donde tendremos oportunidad de mayores concreciones».
El informe cursado entre Jesús Madalena, Gabirel Camuñas y Miguel Herrero de Miñón se cierra con un apartado donde se indica: «Objetivo final: que tu amigo se interese en el desarrollo y progresión del asunto y te tenga informado para posibilitar nuestra presencia, defensa y negociación de los planteamientos antes expuestos».
De ese informe y de esas misivas se deduce que hay alguien, amigo de Miguel Herrero de Miñón, que tiene la capacidad suficiente dentro de la Comunidad de Madrid como para conseguir la recalificación de la finca Valdefuentes.
EL MUNDO ha podido confirmar en fuentes muy cercanas al ex consejero de Obras Públicas y Urbanismo de la Comunidad de Madrid que Juan Rivera, Gabriel Camuñas y Miguel Herrero de Miñón estuvieron en 1998 en el despacho de Luis Eduardo Cortés intentando conseguir el beneplácito de esta Consejería a sus intereses.
En esa misma fecha, en febrero de 1998, Juan Rivera, Gabriel Camuñas y Miguel Herrero de Miñón adquirieron a Carmen Franco una parcela de 30 hectáreas que pertenecía a la finca Valdefuentes.El pago inicial fue de un millón de pesetas y el resto, hasta 75 millones, pagaderos tres años más tarde, en febrero de 2001.
Se da la circunstancia de que en esa fecha, febrero de 2001, el nuevo Ayuntamiento de Arroyomolinos era del Partido Popular y ya se había aprobado la recalificación parcial de 3,3 millones de metros cuadrados de la finca Valdefuentes. En esa nueva recalificación ya estaban incluidos los terrenos de Camuñas y Herrero de Miñón.
Este periódico ha podido confirmar que Camuñas y Herrero de Miñón vendieron sus propiedades en julio de este año, y que han sido tasadas por La Caixa en más de 1.000 millones de las antiguas pesetas para conseguir dos hipotecas.
Es decir, los dos ex dirigentes populares compraron el 42,20% de esas 30 hectáreas del Paraje Zarzalejo, como se denomina esa parte del terreno de la finca Valdefuentes, por un desembolso inicial de 422.000 pesetas (en febrero de 1998) y un segundo de 31.650.000 pesetas (febrero de 2001, cuando ya estaba recalificada la finca).
Después, Herrero de Miñón vendió el 50% de su parte, un 21,10% del terreno, a Gabriel Camuñas. El ex vicepresidente de Alianza Popular pagó a su amigo y socio 211.000 pesetas en febrero de 1998 y el resto, 15.825.000 pesetas, en febrero de 2001.
Dos años más tarde, en julio de 2003, los dos ex altos cargos del grupo popular han obtenido unos cuantiosos beneficios por sus gestiones, conocimientos y venta de los terrenos adquiridos a la familia Franco en 1998.
Es decir, las gestiones iniciadas por Gabriel Camuñas y Miguel Herrero Herrero de Miñón en 1996 han reportado unos beneficios a los ex dirigentes políticos de 6,61 millones de euros. Gabriel Camuñas ha conseguido 3,48 millones de euros (580.200.000 pesetas) y Herrero de Miñón una cifra muy similar, 3,13 millones de euros (522.097.139 pesetas).



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