sábado, 12 de septiembre de 2020

La ruta 24 del Itinerario de Antonino entre Miacum y Titulcia (Monesterio-Móstoles)


 

De Miacum a Titulcia: el trazado de la ruta 24 del Itinerario de Antonino en la actual provincia de Madrid.

 

Jesús Rodríguez Morales y Carlos Caballero Casado[1]

 

RESUMEN

 

Una vez de acuerdo la mayoría de los investigadores en ubicar la mansio de Miacum en la finca Monesterio (San Lorenzo de El Escorial) establecemos el trazado de la vía hasta una Titulciam ubicada en el gran núcleo romano de Móstoles. En su recorrido se encuentran a pie de vía numerosos yacimientos romanos y tardorromanos: Galapagar (San Yago, Cordel de Suertes Nuevas y La Pocilla), Villanueva del Pardillo (Basurero y Los Palacios); Boadilla del Monte (La Pingarrona/La Vega y San Babilés); Villaviciosa de Odón (El Agostadero) y Móstoles (Universidad, Los Tejarejos y casco antiguo) También se han identificado dos miliarios en el municipio de Galapagar. Además, se presentan varios lugares en los que se ha podido identificar la vía. Todo ello hace muy difícil que el trazado de la ruta vaya por la Cañada Real Segoviana a buscar una Titulcia situada en Carranque el Viejo, como propuso hace 30 años Dimas Fernández Galiano. 

 

PALABRAS CLAVE

 

Vías romanas, Yacimientos romanos, Mansiones

 

ABSTRACT

 

Once most researchers agree to locate mansio Miacum in Monesterio (San Lorenzo de El Escorial), we establisj the route of the Roman road to Titulciam, located in the great Roman nucleus of Móstoles. On its route are located several Roman and late Roman sites, like Galapagar (San Yago, Cordel de Suertes nuevas and La Pocilla), Villanueva del Pardillo (Basurero y Los Palacios); Boadilla del Monte (La Pingarrona/La Vega  and San Babilés); Villaviciosa de Odón (El Agostadero) y Móstoles (Universidad, Los Tejarejos and urban area). In addition, two milestones have been found in Galapagar, and we present several places where it has been possible to identify the Roman road. All this makes it very difficult for the route to go through the Cañada Real Segoviana to look for a Titulcia located in Carranque el Viejo, as proposed 30 years ago Dimas Fernández Galiano.

 

KEY WORDS

 

Roman roads, Roman settlements, Mansiones

 

Poco a poco, después de treinta años de debate en diferentes publicaciones, se va extendiendo un acuerdo general acerca de la ubicación de la mansio Miacum, citada en el Itinerario de Antonino entre Segovia y Titulcia, en el yacimiento de Monesterio, en San Lorenzo de El Escorial. Desde la primera propuesta que firmemente apostó por este yacimiento, debida a Dimas Fernández Galiano (1989), todo el debate posterior se centró en la posibilidad de situar la mansio bien en este yacimiento escurialense (Arias, 1996; Caballero, 2006; Rodríguez Morales, 2007…), bien en el cercano de El Beneficio, en el término municipal de Collado Mediano (Jiménez Guijarro, 2008) pero, en todo caso, en una zona muy concreta del piedemonte madrileño de la Sierra de Guadarrama, abandonando así otras hipótesis que ubicaban la parada romana más al sur, fundamentalmente en las inmediaciones de Madrid (recogidas en Caballero y Rodríguez Morales, e.p.).

 

El yacimiento en torno al cual gira el consenso actual, Monesterio, es una dehesa histórica, ligada desde el siglo XV a la Corona (Chías, 2014), para cuya fase romana se suponen unas doce Ha, y una amplia cronología, a partir de los datos obtenidos en las dos excavaciones realizadas hasta el momento, la intervención de valoración efectuada en 1997 (Caballero, 2006; Caballero y Rodríguez Morales, e.p.), y el seguimiento de la construcción de una línea de media tensión desarrollado en 2011 (López Martínez y Martín Alonso, 2018). Esta última intervención permitió, además, ampliar el conocimiento del inmediato yacimiento de “Las Zorreras”, en el término municipal de Galapagar (López Martínez y Martín Alonso, 2016), y del que Monesterio sería sucesor en el tiempo y en su papel de centro rector de la zona.

Figura 1. Situación de los yacimientos de Monesterio (en el centro de la imagen) y de Las Zorreras (en la parte inferior). En el ángulo superior izquierdo, detalle de las excavaciones desarrolladas en 1997.

 

Monesterio sería, por tanto, el asiento de la mansio Miacum, como probaría el hecho de situarse a 29 millas de la ciudad de Segovia, distancia acreditada por varios de los manuscritos que nos han llegado del Itinerario de Antonino, por su larga perduración en el tiempo (al menos, desde el cambio de era hasta el siglo V) y por su situación a escasa distancia del camino romano, también cercano a un lugar de paso (el puente del Herreño) que mantendría un papel crucial en las épocas medieval y moderna.

 

El paso de la vía romana por el entorno inmediato estaría, además, acreditado por la cercanía de varias inscripciones localizadas, a escasa distancia al sur del yacimiento, en el momento de abrir la vía del tren hacia Ávila (Knapp, 1992) y por varios miliarios, algunos conocidos sólo por referencias documentales (como tres supuestos en Alpedrete) y al menos dos fragmentos más, aparecidos a pie de vía, que se conservan en Galapagar, en el antiguo Ayuntamiento (Caballero, Fernández y Martín, 2002; Schmidt y Campedelli, 2015: 212 y Rodríguez Morales y Caballero, 2018).

 

Figura 2. Habitación romana calefactada excavada en el yacimiento de Monesterio en 1997 (izquierda) y dos fragmentos de miliario conservados en el antiguo Ayuntamiento de Galapagar.

Figura 3. Tramo 1. Monesterio- Galapagar.

En Galapagar se cumplirían, según nuestros cálculos, 5 millas desde la mansio Miacum. Junto a la vía se excavó en los años 90 del siglo pasado un asentamiento tardorromano, llamado El Pocillo, junto al centro cultural de este nombre. En la valla exterior de la iglesia se conserva un ara con un bucráneo, de aspecto romano.

 

Figura 4: Tramo 2. Galapagar-Villanueva del Pardillo.


A partir de esta localidad la vía seguiría su rumbo hacia el SSE, por un terreno ondulado, pero sin obstáculos relevantes, por un camino que se llama actualmente Cordel Segoviano. En la milla 9 la vía afrontaría el primer gran obstáculo: la bajada del escalón del piedemonte granítico de la Sierra para pasar al terreno arenoso sedimentario de la cuenca del Tajo. Lo hace desde la Casa Palata, por la urbanización Las Cuestas. Allí la vía, apartada al O del camino actual, desciende a lo largo de un Km muy bien conservada, con su bordillo y cuneta excavada en la roca y con una pendiente sostenida de un 10 %. Una vez alcanzado el pie del escalón, la vía continúa, siempre paralela al arroyo de los Palacios, en dirección a Villanueva del Pardillo. Allí se han hallado dos yacimientos con restos romanos junto al camino (Los Palacios y Basurero), ambos a una distancia en torno a 250 m. del mismo.

El primero (Los Palacios), excavado en 2013,  sacó a la luz en las cercanías del arroyo de Los Palacios, parte de la pars fructuaria o pars rustica de una villa romana, cuya vida se extendió desde finales del siglo I d. C. hasta finales del siglo IV d. C. Dentro de ésta, se ha podido identificar un lagar (torcularium) completo, con: una sala de pisa y almacenamiento de la uva (calcatorium), una sala de prensado, que conservaba el contrapeso de la máquina, que reaprovechó una gran inscripción funeraria romana, y una pileta de acumulación del mosto (lacus vinarius). El torcularium de Villanueva del Pardillo es, hasta el momento, el primer y único edificio documentado completo de estas características en la Comunidad de Madrid (Áqaba arqueólogos 2013 y Gorospidi, Peña, Major et al. 2016).

En cuanto al segundo, situado a 1,7 Km. al S del primero “Se ha documentado un basurero constituido por depósitos de carácter secundario que colmatan una pequeña irregularidad del terreno, consistente en una suave vaguada hacia el arroyo de los Palacios. Tanto la composición de los vertidos, como el conjunto material recuperado, es extraordinariamente uniforme, de una fase cultural datable en el siglo I d.C. Se consideran los niveles de colmatación del " basurero" como producto de aportes de carácter secundario de un foco de hábitat cercano o explotación económica.” (García Valcárcel, Écija y Valcárcel (Documadrid) 2005).

La vía atraviesa Villanueva del Pardillo con el nombre de Camino Real y sigue en dirección sur por el camino de la Venta de San Antón, ancha, totalmente recta y con abundante piedra que correspondería a los bordillos en los márgenes del camino. Tras atravesar la urbanización Villafranca del Castillo pasa el río Guadarrama junto a la Venta de San Antón, atestiguada como Paz en Parra desde el siglo XIII, buscando en dirección SE la venta de Romanillos, en la actual Boadillla del Monte.

Antes de atravesar el Arroyo de la Vega se ubica el siguiente yacimiento romano al pie de vía, llamado La Pingarrona/ El Agostadero, situado a caballo de los términos de Boadilla del Monte y Villaviciosa de Odón Se trata de una villa romana. “En 1996, con motivo de la urbanización de una amplia zona dentro del T. M. de Boadilla del Monte (Madrid), se realizó una excavación arqueológica de urgencia entorno al Arroyo de los Pastores o de La Vega, en cuya margen derecha se localizaron los restos de una villa tardorromana (“La Pingarrona”), y un pequeño yacimiento de época visigoda, “La Vega”, en el que se documentaron restos de trece habitaciones de planta rectangular, empleadas como hábitat y uso doméstico (Castro , 2005 y Alfaro y Martín Bañón, 2000 y Alfaro, M,  Martín Bañón, A. 2007). “Se asienta sobre una ladera de orientación SO junto a la confluencia del Arroyo de la Vega o del Nacedero con el de los Pastores. El lugar se encuentra muy cerca del posible trazado de la vía XXIV de los itinerarios antoninos. En esta zona ya se había identificado, mediante sondeos realizados a finales del siglo XX en el término de Boadilla del Monte, los restos de un asentamiento tardorromano al que denominaron Villa de La Pingarrona. Las construcciones se distribuyen en torno a un espacio abierto central de planta rectangular, elemento unificador de los edificios que supuestamente abren fachada al mismo. Tiene momentos constructivos y cronológicos diferentes entre los siglos I y IV (quizá V) d.C.” (Menduiña , Petri, Fernández Díaz et al. 2017).

Nada más atravesar el Arroyo de La Vega y siguiendo siempre la Vereda Segoviana, nos encontramos con el yacimiento de San Babilés, con su necrópolis visigoda, situada en lo alto del cerro homónimo (Sanguino y Oñate 2016), pero que se extiende en su ladera NE hasta el arroyo de Los Majuelos, al otro lado de la M-50 (Vega , J. J. 2006). Allí, reaprovechada en una tumba visigoda, apareció una gran inscripción funeraria romana, cuyos paralelos más claros están en las de Torrejón de Velasco y La Puebla de Montalbán), datadas en el siglo I d. C. Una vez la vía pasa al pie de San Babilés, entra en la urbanización Campodón. Allí se mantienen varios tramos, particularmente uno con agger elevado, conservado en un parque.

Figura 5: Tramo 3. Villanueva del Pardillo- Boadilla del Monte.




igura 6. Tramo 4. Boadilla del Monte-Móstoles

Estamos llegando al término municipal de Móstoles. Antes de entrar en el casco antiguo, la vía, con el nombre de Vereda Segoviana, pasa por la Universidad Rey Juan Carlos[2]. Antes de cruzar el arroyo del Soto nos encontramos con el yacimiento los Tejarejos[3], que se ubicaba donde se alza hoy el barrio de Estoril II, es decir, al Norte del casco antiguo. Más concretamente entre el arroyo del Soto y la vía del ferrocarril, hoy cercanías de Renfe. El material que recogió allí Fuidio está depositado en el Museo de San Isidro:

“El despoblado de Los Tejarejos es llamado así por los muchos fragmentos de tejas y ladrillos que se encuentran esparcidos por el terreno. Este lugar está enclavado en el borde que forman la vía férrea de Villa del Prado y el Arroyo del Soto que vierte sus aguas en el Guadarrama. Hay buena “terra sigillata” y algunas estampillas y grafitos. […]OF. PONTVS. En el fondo exterior de una vasija J. Viloria recientemente encontró en Móstoles (Madrid), lugar de los Tejarejos, llamado así probablemente por la abundancia de tejas de que está sembrado el lugar, el grafito de PONTUS con OF. delante. Este parece ser el alfarero de cuya actividad puede afirmarse con bastante certeza. Trabajó en el periodo de los flavios en La Granfesenque (sic) y quizás de Nerón.”. (Fuidio Rodríguez, 1934: 170- 171) El sigillus OF(ficina) PONT(ii) corresponde a una fecha de la segunda mitad del s. I a principios del II d.C., puesto que el alfarero sudgálico Pontius trabajó en La Graufesenque de fines del reino de Nerón a Trajano[4].

Por la actual calle Gran Capitán , Daoiz y Andrés Torrejón entramos en el casco antiguo de Móstoles. Estamos en el viejo camino y calle de Segovia. Es aquí donde proponemos la existencia de un vicus o mansio romana, posiblemente Titulcia. No todos piensan lo mismo: “También se proponen como pertenecientes a un vicus los restos romanos localizados en Móstoles, sin otros argumentos que su hipotética identificación con la estación viaria de Titulciam(Fernández Ochoa  y Zarzalejos 2016: 292).

La existencia de restos antiguos en Móstoles era conocida de antiguo, puesto que a él se aludía en las Relaciones de Felipe II: (Relaciones de Felipe II  2: 499-505). Al segundo capítulo dijeron que la dicha villa de Móstoles es muy antigua, […] por edificios antiguos que se an hallado hazia la parte del oriente, parece aver sido fundado más alto que agora esta, hacia donde dizen el cerro prieto, y llamase asi porque las tierras del son negras y fértiles y abundosas de pan, asimismo paresce haber sido fundado a la dicha parte de oriente, porque se han hallado suelos hechos de argamasa de dibersos colores y fuertes, y los hay al presente […]” (Móstoles en la época de Felipe II, 1998: 219- 220).

Estas noticias habían llegado a la bibliografía a lo largo del s. XIX y principios del XX, de forma que, en 1888, Marín Pérez afirmaba (1888: 441) que “tanto los cimientos hallados en su término, como los pavimentos de mosaico descubiertos ha pocos años en la localidad, han mostrado que este pueblo es de origen romano”.

De la misma manera en 1908 el historiador local Juan Ocaña (Ocaña Prados,  1908: 2) decía que “su origen es muy antiguo; pues los cimientos y trozos de mosaico descubiertos hace bastante tiempo, demuestran que se fundó en la época de los romanos.

Ambos textos parecen referirse a los hallazgos de Cerro Prieto. También José Luis Viloria, en los años 50 (Viloria, 1955: 40) afirmaba sobre el mismo lugar:

En un cerro próximo al pueblo, que llaman Prieto, enclavado en un olivar, existen señales de antiguos edificios y mucha cerámica encarnada con buen barniz.

En Cerro Prieto debía de haber por tanto en el s. XVI señales muy evidentes de población antigua, entre ellas mosaicos, que no otra cosa son los suelos de argamasa de colores. El propio nombre Cerro Prieto, es decir, Cerro Negro, puede aludir al color del suelo, con materia orgánica, propio de un lugar habitado antiguamente, que contrasta con el color amarillento de las arcosas naturales del terreno. ¿Dónde estaba ubicado exactamente este yacimiento? Por los datos que tenemos, que estaba hazia la parte del oriente, y en un cerro próximo al pueblo... enclavado en un olivar, se debía de encontrar en el entorno de la calle Camino de Leganés, en el barrio llamado de la Loma, donde se conservaba en los años 50 el único olivar de la zona, como se puede apreciar en las fotos aéreas del vuelo americano de 1957.

La investigación arqueológica sobre Móstoles comienza en la época de la II República. En 1931 Fidel Fuidio, que estaba investigando para la realización de su tesis sobre la “Carpetania Romana”, visitó la localidad, atraído por el nombre de la Calle Cartaya, recogiendo bastante cerámica romana y describiendo una cabeza marmórea de Venus de cronología altoimperial.

Éste es el texto de una nota de Fuidio guardada en el Museo de San Isidro junto con la cerámica que recogió:

 

“Cerámica de Móstoles. Día 21 Junio 1931. Camino del S.Oeste en lo que se llama ahora Calle Cartaya. Bordes del camino. Cabeza de mármol (Mariblanca) en la Huerta junto al camino, pared de la Noria.”

 

En su obra Carpetania Romana anota (Fuidio, 1934: 95): “Una reciente exploración a dicha villa... nos permitió... el examen de un lugar de la villa que llaman actualmente la calle de Cartaia. Atraídos por la antigüedad de este nombre, D. Isidoro García Rodríguez, Veterinario del Ayuntamiento de Madrid, hijo de dicha villa, y mi guía nos pusimos a explorar el camino que lleva dicho nombre. Obsérvase en los campos labrados, al pie del camino, muchos restos de vivienda, como piedras, tejas y ladrillos. En el chaflán del camino, a mano derecha, que alcanza la altura de dos a tres metros, encontramos muestras muy claras de cultura romana, como un molino de granito, abundantes tejas y trozos de cerámica roja sigillata, amarilla y negra fina. Dentro de la huerta, que sigue la línea de este camino, propiedad de la señora Duquesa de la Conquista, en un hueco que forman las paredes de la noria, hay una cabeza de mármol, que se observa desde fuera de la tapia, llamada la Mariblanca. Tiene aspecto de tipo clásico romano con tradición griega. Su estado de conservación es perfecto, salvo una pequeña erosión en la nariz. Dentro de la finca hay cerámica fina romana.

El importante yacimiento descrito por Fidel Fuidio se situaba en la calle Cartaya y en la calle Mariblanca, que recibe su nombre del que le daba el pueblo a la cabeza de Venus que allí se encontraba. Entre los materiales que recogió allí se hallan varios fragmentos de terra sigillata y cerámica común. Los fragmentos de sigillata hispánica decorada pertenecen a formas 29/37 y 30 Drag. correspondientes a finales del s. I d.C. En cuanto a la jarra corresponde al tipo 38 (jarras de una asa y cuello largo) de M. Vegas (1973: 92- 95 esp. 93, figura 32, 7) y está fechada en la primera mitad del s. I d.C. El lugar exacto en que estaba la estatua era una noria, situada en el mismo sitio en donde hoy está el templete del Parque del Cuartel de Huerta. Esta pieza muy poco corriente, que conocemos por una foto de los años 60, es copia de mucha calidad y de tamaño natural de un modelo idéntico a la Venus de Milo del Museo del Louvre e indica que el subsuelo del parque podría contener aún importantes restos romanos.

 

Plaza del Pradillo. (Rodríguez Morales, 2011 a): En la excavación de diciembre de 1999 aparecieron restos romanos, en posición secundaria, rellenando silos medievales y en un pequeño nivel primario, entre ellos numerosos fragmentos de sigillata lisa y decorada, restos de mosaicos parietales y de suelo, un fragmento de tubulus de unas termas u horno de cerámica, un centenionalis de Constancio II como césar, acuñado en Arlés el 327 d.C., y un grafito sobre imbrix (teja curva)  con la inscripción [...]IA- .

 

Praefurnium de Cuesta de la Virgen, 9 (Major, 2002) A unos 20 m. de distancia, en la Cuesta de la Virgen, apareció un praefurnium, “Entre el escaso material recogido de su interior estaban un fragmento de mosaico en blanco y rojo, y un fragmento de sigillata.”

Los ladrillos de los tres arcos que lo cubrían eran de dimensiones romanas y el corredor central estaba excavado en el terreno natural y totalmente rubefactado por el intenso calor de su funcionamiento.

 

Torcularium de Cuesta de la Virgen, 13-15. En la misma calle Cuesta de la Virgen, 13-15, unos 10 metros al este, el año 2008 se realizó otra intervención en la por parte de Teresa Abades. Por lo que se veía en la excavación, que quedó abierta, se pueden apreciar, entre otros restos inequívocamente romanos, una cubeta de decantación de mosto, o  lacus vinarius  y una batería de huecos para la colocación de 8 grandes dolia (tinajas), excavadas en el terreno:

 

“En 2008, en el actual casco urbano de Móstoles en el solar ocupado por la Calle Cuesta de la Virgen nº 11 (sic) se excava otra instalación vinícola en la que por primera vez en el ámbito meseteño se constata la utilización de dolia defossa. Se trata de las improntas de 8 contenedores ovoides que se encontrarían encajados en el pavimento tan sólo en su parte inferior. En el mismo solar se documenta también una cubeta de obra que podría ser identificada como un lacus vinculado a labores de recepción del mosto”. (García Entero et alt. 2011-2012: 158).

 

En el mimo solar apareció una posible inscripción anepígrafa, tallada con el campo epigráfico marcado, pero sin que se llegara a escribir el texto.

 

Necrópolis de Gerona 4. En el año 2004, Vicente Marcos Sánchez y Lorenzo Galindo excavaron una necrópolis, en un pequeño solar de la calle Gerona 4, al pie del camino de Humanes, una de las vías de salida del casco antiguo.Se trata de inhumaciones en fosa simple, rectangular, con cubrición de tierra o elementos constructivos latericios, Al menos en tres casos, se ha podido documentar un conducto para libaciones o profusio, colocado sobre la cabeza del cadáver, formado por dos ímbrices contrapuestos.

 

Diez de las trece inhumaciones documentadas han proporcionado ajuar...El estudio de estos materiales aporta una cronología entre el último tercio del siglo III y la segunda mitad del siglo IV d.C., pudiéndose distinguir hasta cuatro fases cronológicas de utilización de la necrópolis. (Galindo, Sánchez, Recio , et al. 2012)

 

PAU 4 (frente al colegio Villa de Móstoles)

En la excavación del PAU 4, en el pago de La Barca (Oñate 2004), se han encontrado los restos, en posición secundaria, de un yacimiento, arrojado al pie del Camino de Humanes, que dio muy abundantes materiales romanos, fechados desde el s. I d.C., lo que demuestra la destrucción casi completa que ha sufrido el yacimiento de Móstoles. Entre los materiales destaca un fragmento de labrum o taza de fuente decorativa de mármol blanco, hallazgo que podemos considerar poco corriente puesto que viene a unirse a los 23 aparecidos en España hasta ahora. (Morillo y Salido Domínguez, 2011: 159). El solar perteneció, hasta los años 50, al mismo propietario que los terrenos del Parque Cuartel de Huerta, en donde apareció la Mariblanca.

 

Pozo tardorromano de la calle Cádiz (Rodríguez Morales, 2012 a)

Entre marzo y mayo de 2009 excavamos un gran pozo tardorromano en la calle Cádiz, entre la calle Ricardo Medem y la calle Rejilla, en el centro de Móstoles.

Las distintas unidades estratigráficas que formaban el relleno, parecían coetáneas porque el material cerámico que contenían era aproximadamente del mismo momento (de finales del s. IV a mediados del s. V d.C.) y parecían haber sido arrojadas a carretadas, amortizando la estructura circular del pozo, desde el N de la misma. Alternaban estratos muy negros, que contenían ceniza de combustión, con otros más pardos y arcillosos, con muy numerosos restos de teja –grandes ímbrices- bajorromana.

Es posible que la ceniza proceda del horno de una figlina, puesto que aparecieron  tejas pegadas por exceso de cocción. Los materiales cerámicos del relleno son bastante homogéneos: Material latericio, sobre todo grandes ímbrices tardorromanos. Cerámica común romana. Sigillatas hispánicas tardías, con decoración de círculos a compás, de barniz rojo, marrones y negros, de aspecto parecido a las DSP. Sigillatas avellana o brillantes y pintadas de tradición indígena tardorromanas. Además apareció un pondus de telar con el nombre de la propietaria IOA[na?]

 

Aparcamiento de la calle Simón Hernández

El año 2010, los arqueólogos José Polo y Carmen Valenciano, de la empresa Arquex S.L. excavaron un yacimiento romano durante las obras de control del aparcamiento municipal “L”: Simón Hernández/ Parque Asturias. “Del análisis de la estratigrafía, las estructuras y los materiales encontrados durante la excavación del yacimiento de “Simón Hernández” se ha podido realizar la siguiente sinopsis estratigráfica: Tras la excavación de las estructuras arqueológicas documentadas en el “Aparcamiento Subterráneo Simón Hernández”, se puede deducir que estamos ante un enclave que ha sido ocupado desde época tardorromana, posiblemente, desde finales del s. III d.C., y durante los siglos IV y V d.C., fechas avaladas, como comentábamos antes, por la aparición de Terra Sigillata Hispánica Tardía y cerámicas de tradición indígena bajo-imperiales.

 

La cronología más antigua la aporta la aparición de algún fragmento de T.S.H. (s. I-III d.C.), que nos habla, o bien de una ocupación más antigua cuyos restos se han perdido completamente, o bien de la pervivencia en el uso de estas vajillas durante un periodo largo de tiempo.

 

La principal característica del yacimiento excavado es la presencia de varias estructuras de planta oval y circular y de un horno, sin la existencia de estructuras habitacionales a las que se puedan asociar, careciendo por tanto de información en referencia al tipo de entidad a la que puedan pertenecer. La presencia del horno nos indica el uso industrial del terreno, por lo que podríamos encontrarnos ante unas instalaciones subsidiarias de una explotación mayor.” (Comunicación personal de José Polo)

Figura 7. Plano urbano de Móstoles, en 1858 (I.G.N.)

 

En resumen, como se puede apreciar en el plano adjunto, el casco urbano de Móstoles ocupaba 21 Ha. en 1858, cuando tenía 1.850 habitantes y entre 12 y 15 Ha en época romana. Los hallazgos romanos van del siglo I al V d.C. con piezas singulares como la Mariblanca y el labrum y otros de carácter industrial, entre los que podemos suponer la existencia de hasta tres hornos. Podemos llamarle vicus con tranquilidad, creemos.

Resumiendo acerca de la identificación del trazado de la vía, vamos a seguir la propuesta de unas grandes conocedoras de la viaria romana madrileña:

Consideramos que esta propuesta de viabilidad constituye una excelente base para replantear el estudio de las vías romanas de Madrid introduciendo en el método de trabajo la perspectiva de las rutas óptimas, establecidas en razón de las posibilidades físicas por las que habían de discurrir los caminos, pero añadiendo capas de información sobre yacimientos arqueológicos, hallazgos epigráficos y caminos históricos.” (Fernández Ochoa y Zarzalejos , 2016: 291).

Añadiremos los datos de distancias en millas según el Itinerario de Antonino.

Rutas 24/26: Miacum- Tituciam: 24 millas; Ruta 25: Toletum- Titulciam: 24 millas; Titulciam- Complutum; 30 millas

 

Millas reales según la propuesta de Fernández Ochoa, Zarzalejos y Rodríguez Martín. (2017), en Carranque el Viejo: Miacum -Titulciam: 36,3 millas; Titulciam- Complutum: 39,4 millas; Titulciam- Toletum: 27,7 millas.

 

Figura 8. Millas reales según nuestra propuesta, con Titulcia en Móstoles: Miacum- Titulciam: 26 millas[5]; Titulciam- Complutum: 30,5 millas; Titulciam- Toletum: 35 millas[6].

 

Figura 9. En el mapa nuestra propuesta para la ruta 24 (Miacum- Titulciam), con yacimientos (puntos rojos), miliarios (m) e inscripciones (i)

 Figura 10. Inscripciones romanas en la vía

Estamos ante una vía óptima, que va derecha desde Monesterio a Móstoles, siempre con el nombre de Cordel o Vereda Segovianas y que salva las irregularidades del terreno de la mejor forma posible. Los yacimientos romanos y tardorromanos son abundantes a sus pies: Galapagar (San Yago, Cordel de Suertes nuevas y La Pocilla), Villanueva del Pardillo (Basurero y Los Palacios); Boadilla del Monte (La Pingarrona/La Vega y San Babilés); Villaviciosa de Odón (El Agostadero) y Móstoles (Universidad, Los Tejarejos y casco antiguo). Al pie de nuestra vía tenemos también varias inscripciones romanas; en San Yago, Galapagar, Los Palacios, San Babilés y Móstoles.  

En cuanto a los caminos históricos, el nuestro está atestiguado desde 24 de agosto de 1249, en un documento de Fernando III (González, 1956, volumen 2, pp. 354-355 y 1960, vol. 3, documento 784):

 E mandelo desterminar de tal logar hasta tal logar: desdel os la del Ferrenno, por do pasa la carrera toledana derecha commo va al Galapagar, e dende commo va a Paz en Porra et a Guadarrama, e dende arriba commo va el arroyo a Sagriella et la Uega,” Es el trazado desde San Yago hasta la Vega Sagrilla, en las cercanías de San Babilés.

En el privilegio de las alberguerías de 1273, de su hijo Alfonso X, se detallan las ventas segovianas colocadas al pie de este camino, desde el paso del Guadarrama  al paso del Guadarrama (Rodríguez Morales y González Agudo, 2019): El Ferreño, La Guijuela, Santa María de Galapagar, Las Valquesas, La Asperiella y Pazemporra,

El 27 de marzo de 1479, se le llama a este camino, en término actual de Villaviciosa de Odón y hasta el límite de tierra de Toledo (en Móstoles), la calçada, topónimo que, en nuestra zona, suele indicar vía romana (Archivo de la Villa de Madrid (AVM)-S,3/40/29, lxxxix-53, 4v- 5r, apud Vera Yagüe, 2004);

Desde la dicha hermita de Sant Baviles la cuerda arriba por la senda que va desde Sant Baviles e junta con el camino que va de Alcorcon a la Veguilla, que se dice del Aguijon, la cuerda Ayuso de Valesydre fasta juntar al camino que se diçe de la Calçada e el camino adelante fasta juntar con el camino que va desde Odon a Alcorcon, que es lo otro tierra de Toledo.”

El 7 de febrero de 1496, en el documento que establece los límites de Madrid y Toledo (AVM-S, 1496, febrero, 3-175-10 este camino se denomina el que “viene de Segovia a Móstoles: “dende hay otro mojón en el medio del camino que viene de Segovia a Mostoles...”

Para terminar con este repaso a las fuentes documentales medievales y modernas, en el siglo XVI, según Hernando Colón, el Villuga y las Relaciones de Felipe II (Rodríguez Morales, 2000), pasaban por Móstoles los caminos de Toledo y Andalucía a Segovia y la Meseta Norte, el de Extremadura a Alcalá y Zaragoza y el de Valencia a Salamanca, que coinciden con el trazado de las rutas 24, 25, 26 y 29, que son las que, según el Itinerario de Antonino, pasaban por Titulcia. Como por potencia demográfica Móstoles no pudo atraer por sí misma todos estos caminos, es de suponer que su papel de gran centro de comunicaciones medieval sea heredado de una época más antigua

 

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BIBLIOGRAFÍA

Abril, L.F. (2016): El yacimiento romano de El Beneficio, Collado Mediano, Madrid: últimas aportaciones, Reunión de Arqueología Madrileña 2018, Madrid

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[2] Allí, al construir los edificios, según comunicación personal del técnico Antonio Méndez, apareció un yacimiemto tardorromano.

[3] Topónimo que suele indicar restos antiguos.

[4] Beltrán, 1990.

[5] Si como proponemos en otro lugar (Caballero y Rodríguez Morales, e.p.) la mansio de (Ad) Miacum estuviera en la estación de San Yago, una milla al S. de Monesterio y sirviendo tanto a la vía romana como a la cañada ganadera segoviana, existente ya en esa época (Rodríguez Morales, 2012 b), las millas al centro de Móstoles serían 25, lo que entraría dentro de los errores posibles.

[6] Si aplicáramos la teoría de los empalmes de Arias, desde un Toletum empalme, situado a las puertas de Toledo, en Vargas, a donde llega el camino actual que sigue el probable trazado de la ruta 25, desde Talavera, hasta el entronque de la ruta 25 con la 29, situado al N de Griñón, hay 35 Km, unas 24 millas, lo que coincide con la distancia marcada en el Itinerario de Antonino.